Jesús María López Mauleón: testimonio y desafio

30 de Stembro de 2025

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Tribuna

Alfonso J. Dávila Lomelí, OAR

Jesús María López Mauleón: testimonio y desafío

29/09/2025

La Amazonía no es una periferia lejana. Es un espejo que devuelve a la Iglesia universal una imagen de comunión, escucha y compromiso que interpela. Así lo vivió Jesús María López Mauleón, agustino recoleto y obispo en esta vasta región, la prelatura del Alto Xingú Tucumã, al participar en la reciente asamblea de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), celebrada en la sede de la CELAM en Bogotá, Colombia. Su experiencia ofrece claves para un camino eclesial que podría fecundar también la vieja Europa.

En la CEAMA confluyen obispos de los nueve países amazónicos, junto a sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos, representantes de pueblos originarios y equipos de pastoral. Lo que allí se respiró fue sinodalidad en estado puro. Aunque esta reunión solo tuvo la presencia de Obispos. No se trata solo de reuniones o estructuras. Es una forma de ser Iglesia donde nadie camina solo y donde la escucha se convierte en método y espiritualidad. Fue una experiencia de comunión, de diálogo, de oración”, resume Mons. López Mauleón. “Vivían todos unidos, lo tenían todo en común, se escuchaban, participaban, compartían”.

Ecos comunitarios

Desde su identidad agustino recoleta, el obispo español reconoce en este proceso ecos de la vida comunitaria que san Agustín soñó para sus seguidores. El ideal de comunión no como uniformidad, sino como participación activa y enriquecimiento mutuo, se concreta en la misión compartida con pueblos indígenas y comunidades ribereñas. Utilizando como metodología la escucha en Espíritu juntos conocer lo que este pide para la Iglesia. Una Iglesia que se deja tocar por los clamores de la tierra y de los pobres.

El mensaje del Papa León XIV a la asamblea recordó tres prioridades: anunciar el Evangelio, defender con justicia a los pueblos amazónicos y cuidar la casa común. Para Mons. López Mauleón, la clave está en no separar estos llamados. “La prioridad es el anuncio del Evangelio”, afirma con convicción, “pero debe ser un pan fresco y limpio, sin aditamentos ni ideologías, que se comparte con sencillez y profundidad”.

Ante la fragilidad

No se trata de un anuncio abstracto. El obispo habla desde el barro de la misión, donde las distancias son enormes, los recursos escasos y las amenazas reales. La explotación minera, la presión de las multinacionales, la falta de vocaciones misioneras y la fragilidad de muchas comunidades marcan el día a día. Pero también lo hacen la esperanza, la fe sencilla, la fraternidad concreta.

Jesús María López Mauleon

Jesús María López Mauleon

Y en medio de esa experiencia, surge una intuición que atraviesa el corazón del artículo: ¿y si esto fuera posible en Europa? No como una copia, sino como una inspiración. “Hay representantes del episcopado europeo que está soñando con una CEAMA para el Mediterráneo”, revela López Mauleón. La experiencia sinodal amazónica podría ser, en efecto, una semilla de renovación para otras latitudes.

La CEAMA no es un fin en sí misma. Es un signo. Un anticipo. Una pequeña profecía de lo que la Iglesia puede llegar a ser cuando pone a Cristo en el centro, escucha al Espíritu y camina con los más pobres. Quizá el futuro no esté solo en gestionar estructuras, sino en dejarnos desinstalar por el Evangelio. Como en la Amazonía. Como sueña san Agustín. Como empieza a soñar Europa.